Entrevista a Mónica Schraer
Presidenta Junta Directiva nu3
1. Los principales instrumentos en materia de derechos humanos estipulan que debe ponerse fin a la discriminación por razones de sexo. Sin embargo, en la actualidad todavía existen importantes brechas y violaciones de derechos de las mujeres y niñas en todas las regiones del mundo. ¿Por qué debemos seguir trabajando por la igualdad de derechos?
Respuesta:
La desigualdad entre los sexos data desde siempre. La marginación a la que han estado sometidas las mujeres, ha sido una violación hacia los derechos humanos. Los movimientos feministas surgidos a raíz de esta vulneración de los derechos de las mujeres, le han dado paso a la equidad, una forma de generar valores humanos forjados desde la familia.
Partiendo de la base de la educación, donde el hombre machista tiene privilegios y la mujer es sumergida a la sumisión y a actividades limitadas sin oportunidades de evolución.
2. ¿Es posible que debido a la educación que recibimos en nuestro hogar y el contexto cultural en el que hemos crecido, las mujeres también seamos machistas y por esta razón permitamos muchos atropellos frente a nosotras mismas?
Respuesta:
Las mujeres no somos machistas. Hay mujeres que hemos evolucionado, nos hemos construido en nuestro propio modelo de derechos, respeto y desarrollo humano. Por el contrario, hay otras mujeres que desafortunadamente no han tenido la posibilidad de desarrollarse y darse cuenta que ellas también son iguales en derechos que los hombres. En la gran mayoría de los hogares, el hombre es el que trabaja, el que produce el dinero. La mujer tiene que cuidar a los niños cumpliendo su rol de madre, encargada de los las actividades del hogar y de estar pendiente de la educación de sus hijos. Por esta razón, el hombre al traer el sustento a la casa, se establece una superioridad de: Yo soy el que traigo el dinero, por lo tanto yo soy el que lo manejo. Esto en muchos casos somete a la mujer a rendirle pleitesía al hombre y a sentirse dependiente de él.
Hoy en día, la mujer está dándose cuenta que no solamente puede cumplir el rol de madre y ama de casa, sino que también posee virtudes y capacidades a igual nivel que el hombre para poder conseguir sus medios, producir y ser una persona activa dentro de la sociedad.
Si los gobiernos le dieran un incentivo económico a las mujeres como retribución a su labor dentro de casa, la situación sería diferente. Yo pienso que el trabajo dentro de casa es muy agotador, es muy constructivo y de gran importancia para la sociedad; por tanto debería recibir apoyo por parte de los gobiernos no solamente en licencias de maternidad, sino también como un reconocimiento de un miembro activo y productivo dentro de la sociedad.
Considero que la mujer está en un periodo de evolución, de formación y de darse cuenta que tenemos nuestros propios valores con los que podemos desempeñar cualquier rol social.
Hay una concepción errada de que las mujeres son feministas. ¡No! Esto se trata de ser iguales en valores y derechos que nos permitan acceder a múltiples posibilidades por igual.
A las mujeres nos toca trabajar muy duro. Hoy en día muchas mujeres son violentadas, los niños son abusados. En la mayoría de los casos guardan silencio y no denuncian por temor, porque se sientes culpables de esos abusos, llevándolas al sufrimiento en silencio y sin ningún tipo de apoyo.
3. En muchos países sigue habiendo discriminación. Las mujeres no participan en política en las mismas condiciones que los hombres, enfrentan discriminación en los mercados de trabajo y en el acceso a bienes económicos, incluso ponen en peligro sus vidas, negándoles sus más básicos derechos. ¿Cómo podemos trabajar en un mundo más equitativo para las mujeres y niñas desde la empatía y la sororidad?
Respuesta:
Hay que tener en cuenta que afortunadamente, existen en la actualidad culturas en otras partes del mundo, que ya se han dado cuenta que los asuntos relacionados a la igualdad de género deben funcionar; vemos que el rol de la mujer ha tomado protagonismo. Y observamos como el hombre ya cumple tareas del hogar y se compromete con los asuntos de sus hijos y las actividades cotidianas. Esto es un gran ejemplo de cómo es sano y posible que la igualdad represente a una sociedad y desde ella construir modelos de valores más fortalecidos donde todos valgamos por igual.
Una de las formas de demostrarle al mundo que podemos cambiar la realidad, es a través de nuestro ejemplo como seres humanos. Por medio de nuestros actos más sencillos podemos seguir construyendo una nueva realidad, enfocados en respetar los valores de lo demás y los propios. Podremos salir adelante, si nos apoyamos mutuamente, priorizando la educación y valores desde casa, impidiendo que se nos vulneren nuestros derechos.
La labor realizada por nu3 en las comunidades nos permitió darnos cuenta de esa realidad, presente en el diario vivir de las familias. Con los adolescentes pasa algo muy curioso y real. Por un lado, a la mujer se le dice; si vas a tener relaciones sexuales tienes que cuidarte y por el contrario, al hombre no se le incluye en lo que tiene que ver con la educación sexual, él tiene toda la libertad para gozar de su sexualidad.
No debemos olvidar que la sexualidad es una responsabilidad de dos. En nu3 tenemos un programa de acompañamiento y educación sexual llamado “Pesnu3”, por medio del cual promovemos y orientamos en educación sexual a jóvenes de todas las comunidades donde estamos. Aquí los jóvenes de ambos sexos participan por igual de todas las actividades educativas que realizamos.
Un embarazo en la adolescencia no solamente es de la mujer; es del hombre también y por ende la responsabilidad es de ambos. Es aquí mismo donde empieza la equidad, donde nos damos cuenta que los derechos sexuales y reproductivos no son solamente de la mujer sino también del hombre.
Siempre se piensa que cuando una mujer es violentada o abusada sexualmente, estas se sienten culpables y piensan que fueron ellas las que lo provocaron. Anteriormente, la sociedad estaba acostumbrada a denigrar a la mujer por el simple hecho de vestirse de forma coqueta. Ese comportamiento llevó a que se presentaran muchas violaciones y vulneración de derechos al género femenino, afectando su estabilidad física y mental.
En nu3 promovemos la igualdad entre todos y valoramos las capacidades de cada uno; no hay espacio para el rechazo ni manifestación dañina hacia el ser humano.
4. La situación de las mujeres y niñas de Afganistán, ha despertado indignación y preocupación alrededor del mundo. Es imposible ver esto en silencio y no querer actuar o reaccionar. ¿Qué podemos hacer para disminuir la discriminación de las mujeres en el mundo?; ¿Cómo podemos alzar la voz?
Respuesta:
La situación que vive Afganistán actualmente es dramática y eso de alguna forma nos está tocando el corazón, porque situaciones similares estamos viviendo también en Colombia. Debemos ser empáticos con lo que está sucediendo en ese país alrededor de la mujer, los niños y todas las personas que sufren por la situación que enfrentan.
Lamentablemente las mujeres son las más vulneradas en esta barbarie. Nuestro país recibirá a un grupo de esta población como inmigrantes y por tanto todos debemos apoyarlas, porque nosotros igual que ellos somos humanos, que estamos en constante búsqueda de la libertad y el mejor futuro para nuestras familias.
Es una situación muy familiar para nosotros los colombianos; diariamente vivimos violaciones de los derechos humanos y gracias a organizaciones como nu3, podemos devolverles la esperanza a muchas personas, ejecutando actividades sociales en búsqueda de la transformación social.
La igualdad es un camino que debemos recorrer entre todos. Es de suma importancia mirar a nuestro alrededor e identificar los compartimientos que van en contra del valor de la mujer, los niños o los hombres y trabajar en el fomento de la educación en valores, donde el respeto prevalezca entre todos. Y a las mujeres decirles, desde el corazón: ¿Te maltratan? ¿Te irrespetan? ¿Te gritan? ¿Te desvalorizan?
Pronúnciate. No lo permitas, actúa y compártelo. ¡Juntas luchemos por nuestros derechos fundamentales de vivir libres.